martes, 19 de mayo de 2015

Calvino y el calvinismo


Se llamaba Jean Cauvin, nació en Noyon, Picardía, a unos 100 km de París, en el año 1509. Fue más conocido en su época por el nombre latinizado de Johannes Calvinus y, para los castellanohablantes, Juan Calvino.


Fue muy religioso ya desde joven y de aguda inteligencia. A los 14 años, como era normal por aquella época, su padre, abogado, le manda a estudiar Humanidades y Derecho en la Universidad de París. Allí tuvo contacto con el mundo humanista y las nuevas corrientes del pensamiento.



En 1531 se adhiere a las ideas reformistas influenciado por Lutero y Zwinglio, rechazando la autoridad de la Iglesia de Roma, dando suma importancia a hacer una lectura individual de la Biblia y aceptando que sólo nos salvamos si estamos predestinados a ello independiente de que hagamos obras de caridad o no.


En 1532, con 23 años, publicó un ensayo brillante sobre De Clementia del filósofo Séneca, ensayo que lo delata como un notable pensador humanista.

Pero Calvino envuelto en sus fuertes convicciones religiosas tomará el camino de los reformadores. 

En Ginebra forma una especie de Estado-Iglesia, que constaba de un consistorio compuesto por doce laicos y seis pastores para que vigilaran cada reducto de inmoralidad y actitudes antidoctrinales de los ciudadanos. Quedó prohibido el juego, el adulterio, la bebida, el baile, el sexo por placer, hizo que fuese obligatorio ir a los eventos religiosos, etc. Cerró los teatros y los bares. Y aunque sorprenda hoy en día, había gente que no lo consideraba lo suficientemente duro, ya que Calvino no obligaba, por ejemplo, a la cuaresma. A todo el que incumplieran las leyes de este gobierno se le acusaba de herejía y se le cortaba la cabeza. 
La doctrina de Calvino experimentó cierta evolución, ya que en un principio creía como Lutero que la Iglesia era invisible, o sea, no era necesaria ni ella ni sus sacerdotes para contactar con Dios, apoyando plenamente el sacerdocio universal, todas las personas son sacerdotes ante Dios. Más tarde cambia de opinión e insta a respetar la iglesia visible. Sin embargo consideraba a los católicos como idólatras, redujo el culto a la misa del domingo. Esta misa consistía en una misa sencilla en francés. La doctrina de Calvino además apoyaba actividades como el préstamo de dinero por el pago de intereses y el comercio.




Miguel Servet
Unos años después, en 1536, cuando contaba con 27 años, publicó su obra La institución de la Religión cristiana donde deja patente sus ideas. Esta obra se convierte en un éxito de ventas pero le señala como un enemigo de la Iglesia católica. Es por ello que se va a Ginebra donde se quedará al verse arropado por la creciente comunidad protestante que reclamaba un líder espiritual, algunos (burgueses) empujados por la necesidad de una religión que apoyase un modo de vida más capitalista


Calvino tuvo un pleito con Miguel Servet, un médico aragonés famoso por descubrir la circulación pulmonar de la sangre, pero que también era religioso, un religioso que rechazaba la Santa Trinidad considerándola un monstruo de tres cabezas, muy provocador y con ideas panteístas. Se metía constantemente en líos por sus provocaciones, una de ellas, mandarle al mismo Calvino su libro La institución de la religión cristiana lleno de anotaciones carentes de ningún respeto. Esto, como cualquiera pueda imaginar, encolerizó a Calvino y el hecho de que fuera detenido Servet en Ginebra parece señalarle como principal culpable de su condena. Sin embargo la Santa Inquisión ya lo andaba persiguiendo desde hacía tiempo. No se sabe por qué Servet pasó por Ginebra, por qué decidió quedarse allí en lugar de elegir ser retornado a Vienne. Pero no está claro que fuera directamente Calvino el que promoviera la muerte de Servet.

John Knox



Calvino murió en el año 1564.

El cavinismo se dinfundió por Francia, Paises Bajos, Escocia e Inglaterra. John Knox introdujo el calvinismo en Escocia convirtiéndose al poco en la religión oficial, llamándose la Iglesia presbiteriana. En Francia la situación fue mucho más conflictiva, los hugonotes protagonizaron una sangrienta guerra de religiones.









Frases de Juan Calvino:


  • Cada uno de nosotros es, incluso desde el vientre de nuestra madre, un maestro artesano de ídolos.
  • Sin conocimiento de uno mismo no hay conocimiento de Dios.
  • Hay que recordar que el diablo tiene sus milagros, también.
  • Un perro ladra cuando su amo es atacado. Yo sería un cobarde si es atacada la verdad de Dios y permanezco en silencio.
  • La mente del hombre es como una tienda de idolatrías y supersticiones.
  • Pudo, pues, Adán, si quería, permanecer como había sido creado; y no cayó sino por su propia voluntad. Mas porque su voluntad era flexible tanto para el bien como para el mal, y no tenia el don de constancia, para perseverar, por eso cayó tan fácilmente. Sin embargo, tuvo libre elección del bien y del mal; y no solamente esto, sino que, además, tuvo suma rectitud de entendimiento y de voluntad, y todas sus facultades orgánícas estaban preparadas para obedecer y sometérsele, hasta que, perdiéndose a sí mismo, destruyó todo el bien que en él había...
  • En resumen, cuando seamos injuriados injustamente por los hombres, no tengamos en cuenta su malicia (lo cual no conseguiría más que exasperar nuestro dolor y provocarnos a mayor venganza), sino acordémonos de poner nuestros ojos en Dios, y aprendamos a tener por cierto que todo cuanto nuestros enemigos intentan contra nosotros ha sido permitido y aun ordenado por justa disposición de Dios...
  • ...pero nadie podrá negar que todos llevamos en nuestro pecho esta semilla del mal. Porque igual que un cuerpo cúando tiene en sí la causa de su enfermedad no se dice ya que esté sano, aunque aún no haya hecho su aparición la enfermedad ni experimente dolor alguno, del mismo modo el alma no podrá ser tenida por sana encerrando en si misma tanta inmundicia. Y aun esta semejanza no tiene plena aplicación; porq ue en el cuerpo, por muy enfermo que esté, siempre queda alguna fuerza vital; pero el alma, hundida en este cieno mortal, no solamente esta cargada de vicios, sino además vacía de todo bien...

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