jueves, 15 de octubre de 2015

La caza del unicornio

Cuanta la leyenda que existe un animal parecido a un caballo blanco, con patas de antílope, barba de chivo  y un cuerno espiralado en la frente, capaz de vencer a un león y purificar las aguas envenenadas con el tacto de su cuerno. Sólo se deja ver por los puros de corazón, por aquellos que se han mantenido incorruptibles e inocentes o han conseguido limpiarse de la amargura de los días. Los puros de corazón desprenden un aroma especial que hace de llamado para el mítico animal, el aroma de alma pulcra despierta una inmensa confianza al unicornio hasta el punto de dormirse en el regazo del que la posee.

Obra de Rafael. 


Es por ello que la leyenda dice que se le cazaba poniendo como cebo a una casta doncella, a poder ser de gran belleza y a poder ser, desnuda. Pero ¿quién querría cazar a la pureza? ¿con qué fin? Entraremos después en este escabroso asunto.

No me vas a ver en la vida.


Ctesias, historiador y médico griego, que vivió en el siglo V a.c., natural de Cnido hace mención a un animal similar al unicornio en su obra "Índica", al que llamó monócero.

“Tan grande como un caballo e incluso mayor, con el cuerpo blanco, la cabeza roja y ojos azules. El largo cuerno sería blanco en la raíz. El unicornio sería rápido y fuerte, y no se le puede atrapar vivo”.




Se cree que Ctesias no vio nunca a dicho animal y habló de oídas. Y es probable que aquellos que le describieron sobre la fauna extraordinaria de la India (entre ellos posiblemente estemos tratando de las exageraciones fantasiosas de Aeliano y Plinio, el viejo) en realidad hablaran del rinoceronte. Lamentablemente el rinoceronte sigue siendo cazado por superstición (se cree que cura el cáncer, da vigor sexual, etc. aunque la composición de su cuerno es de queratina, la misma que forma las uñas y los cabellos humanos, muy parecida a los cascos de los caballos y ningún estudio ha demostrado que tenga propiedades curativas).

Hola, somos dos pobres herbívoros y no tenemos la culpa de que no se te levante.
"Asperísima fiera es el Unicornio, semejante al caballo en todo el cuerpo,


al ciervo en la cabeza, al elefante en los pies, al jabalí en la cola;

tiene horrible bramido y en medio de la frente un cuerno negro,

de largueza de dos codos. Dicen que esta fiera no se puede tomar viva ...

La misma fuerza tiene la serpiente llamada Basilisco. Esta se cría en la región

Cirenaica, no es mayor que el largo de doce dedos, tiene en la cabeza una mancha

blanca, que parece diadema, hace huir con el silvo a todas las serpientes,

y no anda rastreando, como las otras, sino levantada en alto desde en medio del cuerpo;
destruye las plantas, no solamente con tocarlas, pero aun sólo con el aliento;
abrasa las hierbas, rompe los peñascos..."

Plinio el Viejo: Historia Natural


(Libro VIII, cap. XXI)





Julio César hace mención del unicornio en su Guerra de las Galias y hay quien dice que Bucéfalo, el indomable Bucéfalo, sólo domado por el famoso Alejandro Magno era en realidad un unicornio. 


También es probable que esta leyenda se basara en leyendas mucho más antiguas de un animal ya extinto, el Elasmotherium caucasicum, una especie de rinoceronte lanudo que vivió en las estepas siberianas en el Pleistoceno (en torno a hace 150.000 y  10.000 años), aunque algunos creen que pudieron vivir algunos milenios más en grupos mucho más reducidos.

Añadir leyenda

El unicornio también aparece mencionado en la Biblia, sin embargo se debe a la versión King James que se hizo en 1611, basada a su vez en la Biblia de San Jerónimo (Vulgata Latina), donde se sustituyó la palabra hebrea re'em por "unicornis" y en inglés por "unicorn". En otras versiones se traduce por "búfalo" o "buey" y el animal al que se refieren los textos bíblicos es el uro, extinto en 1627, el antepasado del toro actual.

Recreación de un Uro.

Encontramos también un animal parecido a un unicornio en La Puerta de Ishtar, la puerta babilónica por la que se accedía al templo del dios Marduk, construida por el ínclito Nabucodonosor II que actualmente se puede apreciar en el Museo de Pérgamo en Berlín. Pero es bastante probable que también se trate de la representación de un Uro cuyo cuerno tapa al otro visto desde un costado.

Un Uro en la Puerta de Ishtar

Josef H. Reichholf cree que el unicornio en realidad es el antílope órice, que de lejos se suelen ver como las fotos que aportamos, bastante similar a la imagen actual del unicornio que un rinoceronte blando, siendo bastante frecuente que pierdan alguno de sus cuernos por enfrentamientos.
Antílope oryx.

La creencia en la existencia real de este animal mágico y toda la mitología creada a su alrededor hizo que fuera muy preciado en la edad media, y ( como es de esperar de nuestra especie humana) con el fin de matarlo y utilizar su signo más distintivo, el cuerno, como cura de nuestros males. En el siglo XV creían que con el cuerno del unicornio se podría fabricar todo tipo de antídotos, curar la epilepsia, los problemas estomacales, los mareos, las fiebres y hasta la impotencia. Ya se ve que el ser humano lleva buscando desde tiempos inmemoriales curar su propia impotencia sexual y mental guiado por las creencias más absurdas sin importarles qué se llevan por delante.

En 1827 Cuvier acabó con las fantasías de medio mundo al decir que era biológicamente imposible que existiera el unicornio tal y como lo describen las leyendas. Hasta entonces se seguían vendiendo en las boticas frascos que contenían supuestamente polvos de cuerno de unicornio.

Pero esto no acaba aquí, en el siglo XX un cazador en medio de los bosques de eslovenia, al fin y por desgracia, cazó un unicornio:




Los científicos quedaron fascinados ante semejante hecho que por lo visto ocurre en casos muy aislados por una malformación.

Años después, en 2008, la fotógrafa Eva Klevska, cazadora pero de instantes, captó a un pequeño y especial corso:


Parece ser que esta malformación se puede provocar adrede. En 1933 un biólogo creó un unicornio artificialmente, realizando una operación a un ternero de un día de edad que con el tiempo quedaría así:


En los años 70 los fundadores de una secta, Church of all worlds, crearon machos cabríos con un solo cuerno artificialmente para hacer a saber qué con ellos. Es posible que un método similar, ya que no es un método complicado, haya sido utilizado desde la antigüedad para crear animales con un solo cuerno.





Ahora nos adentraremos en la leyenda de la caza del Unicornio, leyenda que surge en torno a la edad media, época en la que el animal pasa a ser mítico y casi sacro. Queda representada en una serie de siete famosos tapices encargados para la boda de Ana de Bretaña con Luis XII que datan de 1495 a 1505.
Anita de Bretaña
Luis XII de Francia

Los tapices:


















Hay dos interpretaciones populares sobre la leyenda de la caza del unicornio. Por un lado tenemos la pagana y por otro, la cristiana. La cristiana intenta colocar a Cristo en el lugar del Unicornio, a la Virgen María en lugar de la doncella casta, su pecho que le amamante la Iglesia católica y a los cazadores como el espíritu santo o los romanos, según las versiones, interpretando la Pasión de Cristo. Resulta una leyenda un tanto erótica para hacer referencia al sufrimiento de Cristo, parece que es otro intento de adaptar una leyenda muy popular al discurso cristiano. 

La interpretación popular habla más bien sobre los amantes burlados, que se ven a escondidas pero son encontrados por los que están en contra de su amor. Todo esto muy acorde con la tradición cámara del amor cortés.

"Soy semejante al unicornio,
 que queda atónito al mirar
Cuando contempla a la doncella.
Tanto goza con su tormento,
Que cae exánime en su regazo;
Entonces, lo matan a traición.
De igual modo me han matado
Amor y mi señora, en verdad:
Tienen mi corazón, y no puedo recobrarlo.
Señora, cuando ante vos me hallé,
Y os vi por primera vez,
Mi corazón tanto se estremeció
Que quedó con vos cuando os dejé
entonces fue llevado sin rescate,
Cautivo a la dulce prisión
Cuyos pilares son de deseo,
Sus puertas de hermoso mirar
Y sus cadenas de buena esperanza."
Thibault, canción XXXIV, estr. 1 y 2

Otras interpretacione alternativa ponen al unicornio en el lugar del mal, el bello unicornio en realidad es el diablo, o ese tipo de seres que sólo pueden ser atrapados poniendo como cebo lo más puro y bello del mundo (una jovencita por ejemplo). Sin hacer esta estrategia, el diablo, el mal, es invencible.


Cabe la posibilidad de que el unicornio sea la magia, el mundo invisible, sólo accesible sin esfuerzos para quienes todavía no se han corrompidos por los azares de la vida. Pero que requiere de un sacrificio a la altura de su pureza (la doncella) para ser visto, atrapado y puesto en cautividad. Ésta sería la representación más esotérica del mito de la caza del unicornio.



Para mí, la caza del unicornio representa sobre todo, la caza en sí de la belleza, como en un intento en vano de atrapar una pompa de jabón en las manos o el aletear de una mariposa, como el intento de que una fotografía sea el fiel retrato de una atmósfera irrepetible.  Todos jugamos a atrapar lo bello hasta cierto límite, hasta cierto momento en el que vemos que debemos dejarle marchar. Pero aquellos que lo han tenido todo, todo lo material, que sólo han aprendido a desear, se vuelven insaciable hasta límites casi impronunciables. Desean consumir más y más belleza, poseerla, enjaularla, cazarlas. Podemos poner uno de tantos ejemplos recientes: la muerte causada por un millonario estadounidense del conocido como, el león más bello de Zimbabwe, el león Cécil, animal que vivía en una zona protegida y fue sacado de ella mediante engaños sólo y únicamente para matarlo por diversión.







Pero esta sed no se limita sólo a animales no humanos, esta sed nos abarca a todos. Y es así como nos encontramos con seres que asqueados de sí mismos, con la inocencia y los escrúpulos perdidos en lejanos recuerdos, abusan y hasta matan a niños y adolescentes arrancándoles esa inocencia y pureza que no tienen ellos y que tampoco la recuperarán así. Como quien arranca una flor y ve como lentamente se pudre entre sus manos buscan el amor, la ilusión, la frescura, el paraíso perdido tal vez.




Oscar Wilde dijo "Cada hombre mata lo que ama pero no todos mueren por ello"


"En ese momento el Unicornio pasaba sin apuro junto a ellos, con las manos en los bolsillos (...) y estaba a punto de seguir, cuando su ojo se posó casualmente en Alicia: se volvió con cierta urgencia, y estuvo un tiempo observándola con un aire del más profundo disgusto.





“¿Qué — es — esto?”, preguntó finalmente.


“¡Esto es una niña!” respondió Haigha entusiasmado, ubicándose frente a Alicia para presentarla, y alargando ambas manos hacia ella al estilo anglosajón. “La encontramos hoy. ¡Es verdaderamente enorme y doblemente natural!”


“¡Siempre he pensado que eran monstruos fabulosos!”, dijo el Unicornio. “¿Está viva?”


“Puede hablar”, dijo Haigha con solemnidad.


El Unicornio miró encantado a Alicia, y le dijo: “¡Habla, niña!”


Alicia no pudo evitar que sus labios se curvaran en una sonrisa al comenzar: “¡Sabes, yo también siempre pensé que los unicornios eran monstruos fabulosos!¡Nunca antes había visto uno!”


“Bien, y ahora que sí nos hemos visto”, dijo el Unicornio, “si tú crees en mí, yo creeré en tí. ¿Estamos de acuerdo?”


“Sí, como quieras”, dijo Alicia."






(Lewis Carroll; A Través del Espejo. Ilustración de John Tenniel)






Para finalizar un poco de música, por favor:



















fuentes:

https://es.wikipedia.org/wiki/La_caza_del_unicornio

http://www.thecult.es/Ciencia/historia-y-mito-del-unicornio.html

http://antropicos.blogspot.com.es/2007/10/el-cuerno-del-unicornio-y-el-efecto.html

http://zaragozasalvaje.blogspot.com.es/2013/06/uro-el-retorno-del-gran-toro.html

http://www.artifexbalear.org/unicornio.html

http://www.thecult.es/la-aventura-de-la-vida/el-unicornio-evidencias-cientificas-de-una-leyenda.html